Hola Fangaly -
Gracias por tu mensaje, y gracias por leernos -
Iré comentando por partes algunos puntos de vista que, quizás, puedan aportar a tus decisiones.
La conclusión de que algo es un 'acierto' o un 'error' solamente puede realizarse viendo los resultados en la actualidad. Habitualmente, el ser humano toma aquellas decisiones que más le van a beneficiar, por lo que aquella que tomaste de dejar los estudios, en aquel momento y circunstancias, consideraste que fue la acertada. Y así aparentemente lo fue, pues pudiste desempeñar laboralmente una carrera profesional y avanzar y contribuir a las empresas donde estuviste.
Ahora bien, en cuando cambian las circunstancias sobre las que poco podemos hacer (desempleo, desvinculaciones decididas por jefes, saturación del mercado laboral...) es frecuente que nos comencemos a cuestionar si, quizás, nos equivocamos en algún momento en el pasado.
La vida es este tipo de montaña rusa con picos y valles en los que cualquier decisión que tomemos, antes o después, nos plantearemos si fue la idónea u óptima.
Pero ahora tenemos circunstancias diferentes a las de hace unos años, lo cual exige decisiones diferentes.
En relación a la búsqueda de trabajo, si enviar CVs no está funcionando, es esencial que hagas algo *diferente*. Todo el mundo envía CVs, por lo que la manera de distinguirse quizás haya de ser otra -- primordialmente haciendo contactos donde no los hay, hablando con quien aún no hemos hablado, buscando donde aún no hemos buscado. En suma: vendiéndonos a nosotros mismos, buscando un mercado para nuestras habilidades, aunque no necesariamente sea el que conozcamos más cercano o tengamos más a mano.
El autoempleo, como todo trabajo, es ese tipo de situaciones por las que uno no se lanza hasta tener experiencia -- pero para tener experiencia, hay que lanzarse. Si es una opción que sopesas, lo mejor es probar antes de decidirte: halla un pequeño proyecto que implique para ti un riesgo mínimo, y ve decidiendo a partir de ahí si continuar o no.
Una de las grandes falacias de nuestro sistema educativo-laboral es creer que hemos de hacer lo que nos gusta y/o que lo que nos gusta hacer nos ha de dar de comer. A veces, sencillamente, no es posible cuadrar el círculo, por lo que hay que escoger dos profesiones: una para el dinero ('¿qué voy a hacer que ponga comida en mi plato y me permita ir pagando facturas?') y otra para nosotros ('¿a qué puedo dedicarme en el tiempo libre que me deja lo anterior y que me permita desarrollarme como persona y, quizás, según avance ir generando más ingresos con ello?')
El coaching, ciertamente, es una disciplina muy atractiva. Tiene unos innegables puntos a favor y otros en contra. Uno de los problemas es confundir su utilidad para uno mismo con querer vivir de ello: el mercado está muy saturado, por lo que, si quieres despuntar, debes hallar un tipo de segmento al que conozcas y puedas aportar de una manera extraordinaria (por ejemplo en educación, sector de la salud, ejecutivos, deportistas, especialistas en marketing, padres, divorciados... las opciones son infinitas). Nadie nace con reputación: esta se genera con los años, por lo que, cuanto antes empiece uno, mejor.
Lo crucial es asegurar la cobertura de necesidades básicas (costes personales), antes de invertir dinero en formación. Una vez que tengas esto razonablemente 'estable', aunque el trabajo no sea el de nuestra vida, entonces tu mente puede estar lo suficientemente tranquila como para poder generar opciones válidas de dedicación personal, profesional, financiero que te puedan aportar, además, un bienestar personal y esa sensación de realización propia.
Si no lo hubieras hecho ya, quizás quieras explorar más acerca del coaching a través de pequeños talleres gratuitos o informativos que te permitan averiguar y responder acerca de a) si realmente te apasiona la disciplina y b) la realidad de poder vivir de ello en los términos que tú deseas.
Haznos saber de tus avances!
Un abrazo y éxitos todos en las decisiones que tomes!
Gregory